Este sitio es un brazo de fiordo, de poca profundidad, con extensos lechos de vegetación sumergida y grandes bajos intermareales de lodo. La bahía está rodeada de marismas de agua salada, pastizales húmedos y tierras de cultivo. La abundancia de mejillones, caracoles e invertebrados sustenta una gran variedad de aves. Es uno de los humedales más importantes de la región en lo que se refiere a lugares de descanso de aves acuáticas migratorias, especialmente los patos y las aves limícolas, y también es una zona importante de cría, muda, alimentación e invernada. Alberga algunas especies vulnerables a escala mundial, tales como el zampullín cuellirrojo (Podiceps auraitus) o el negrón especulado (Melanitta fusca). Las marismas de agua salada también son el hábitat de plantas amenazadas en el ámbito nacional, y es un sitio importante para la anguila europea (Anguilla anguilla), en peligro crítico de extinción. Hay algunas actividades de pesca comercial con redes en las aguas más profundas del fiordo. La zona funciona como trampa de sedimento del material erosionado arrastrado por los flujos que vierten en las aguas poco profundas. El sitio está considerado como uno de los mejores lugares del país para la observación de aves y cuenta con una torre de observación. En 2022, las autoridades administrativas tenían prevista la elaboración de un informe sobre las aves observadas.