Este sitio es uno de los últimos sistemas activos de turberas que permanecen intactos en Irlanda y Europa Occidental y abarca más de 13 000 hectáreas de turberas del Atlántico y terreno montañoso. Es importante por sus hábitats de turberas y de tierras altas y por los sistemas de ríos y estanques que se encuentran en su interior y fluyen a través de ellos. Los ríos y arroyos proporcionan un hábitat crucial para el desove del salmón común o salmón del Atlántico (Salmo salar). Se ha comprobado que en el sitio se reproducen el lagópodo común (Lagopus lagopus) y el chorlito dorado común (Pluvialis apricaria), que dependen de sus brezales para alimentarse. El ánsar careto de Groenlandia (Anser albifrons flavirostris) se alimenta y descansa en el hábitat de turberas, aunque su número ha disminuido en los últimos años. Se han registrado dos especies de flora que gozan de protección legal: la orquídea Hammarbya paludosa y el musgo Lycopodiella inundata. El lugar se utiliza para la pesca y el senderismo: una parte del sendero de Bangor se encuentra en el sitio y forma parte del proyecto Wild Atlantic Nature, financiado por el programa LIFE de la Unión Europea, cuyo objetivo es mejorar el estado de los hábitats a través de la colaboración con los agricultores y las comunidades locales. Entre las principales amenazas están las perturbaciones que ocasionan los incendios y las turbinas eólicas.