Este sitio está formado por una sucesión de oasis, cada uno de ellos dominado por un antiguo ksar (alcázar o fortaleza) y su correspondiente pueblo, con cultivos de palmeras más abajo. Sus habitantes practican el método tradicional de distribución del agua para regadío llamado fouggara, una red hidráulica que se piensa fue introducida en el Magreb con la conquista árabe en el siglo VII. El oasis es un refugio para especies de fauna sedentaria al proporcionar una protección del viento y el calor. El aislamiento del sitio y las condiciones ambientales hostiles han favorecido la evolución de una biodiversidad muy interesante. Se necesitan medidas de precaución para evitar la pérdida y erosión genética de las razas y variedades locales. Se considera que el agotamiento de las reservas de aguas subterráneas, provocado en parte por el incremento de las prácticas agrícolas modernas de riego por bombeo y monocultivo, constituye una posible amenaza, al igual que el avance continuo de los ergs o dunas de arena desplazadas por el viento. Existe algún turismo, con visitas a pie y a lomo de camello de los ksars y la fouggara, y hay una demanda considerable de las artesanías locales.