Este sitio forma parte de un humedal compartido con Burkina Faso y Malí y comprende cuatro marismas y lagunas permanentes y semipermanentes situadas en un antiguo afluente del río Níger. Tiene importancia internacional por varias razones y resulta especialmente valioso para las aves acuáticas, de las cuales se contabilizaron en el año 2000 cerca de 50.000 ejemplares de 56 especies distintas. Este complejo alberga especies amenazadas como la grulla coronada cuellinegra (Balearica pavonina), la gallineta común (Gallinula chloropus) y el calamón común (Porphyrio porphyrio). En la región habitan tres grupos étnicos, predominantemente musulmanes pero con una riqueza cultural que incluye el culto a una serpiente que se cree es un espíritu protector para Kokorou y sus habitantes. Las principales amenazas percibidas son la deforestación y el pastoreo excesivo, junto con la desertificación. El sitio ha sido incluido como proyecto de demostración en el marco del Acuerdo sobre las Aves Acuáticas Migratorias de África y Eurasia (AEWA), con financiación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial.