Este sitio ocupa la parte nigerina del lago Chad, compartido con Camerún, el Chad y Nigeria. Aunque ha perdido bastante superficie en el pasado reciente, este lago sigue siendo el cuarto en cuanto a tamaño en el continente africano, tras los lagos Victoria, Tanganica y Nyassa, y al parecer es el tercer lago endorreico más grande del mundo (tras el mar de Aral y el mar Caspio). Este lago, de escasa profundidad, se alimenta principalmente de ríos procedentes de los distintos países que lo rodean, y en menor proporción (10 %) de las aguas de lluvia. La parte nigerina presenta una gran biodiversidad, con numerosas aves migratorias pero también 120 especies de peces. La gran variedad de aves incluye el ánade rabudo (Anas acuta), la cerceta carretona (Anas querquedula), la pagaza piconegra (Gelochelidon nilotica), el cormorán africano (Microcarbo africanus), el combatiente (Philomachus pugnax) y el marabú africano (Leptoptilos crumenifer). En este entorno árido o semiárido el aporte de agua depende de las precipitaciones en toda la cuenca, que son irregulares y en términos generales no han sido favorables en los últimos años. Las capturas de pescado han menguado considerablemente en las últimas décadas, a pesar de las tendencias positivas observadas muy recientemente. Es posible que las prácticas ganaderas tradicionales nómadas contribuyan a la desertificación y que, por ello, deban ser gestionadas de modo más eficaz.