Ubicado cerca del curso bajo del río Neretva, el sitio consta de pantanos, lagos, praderas húmedas y bosques de ribera. Estos ofrecen condiciones favorables para muchas especies que habitan en los humedales, en especial aves y peces, algunas de las cuales están amenazadas a escala internacional. Desde 1988, el sitio se ha catalogado como un área importante para las aves, destacando la importancia de estos hábitats para especies migratorias y residentes, como la tórtola europea y el porrón común. El 63 % de las especies de peces que se encuentran en el sitio son autóctonas, lo que lo convierte en un punto crítico muy valioso para la diversidad biológica. Las actividades humanas como la pesca y la caza, el desvío de agua hacia las centrales eléctricas, la intensificación agrícola, la urbanización y el aumento del turismo representan posibles amenazas. Los cambios en el clima local también amenazan la estabilidad del ecosistema, ya que acelerado el ritmo de alteración del hábitat en los últimos años.