Este sitio es el segundo delta interior de mayor tamaño del sur de Noruega. Situado en el punto donde los ríos Etna y Dokka desembocan en el lago Randsfjorden, comprende grandes extensiones de aguas someras, lodazales, multitud de canales, turberas, praderas e islotes cuya vegetación está dominada por arbustos y bosques de ribera de alisos o arbustos. Al ser uno de los pocos estuarios intactos que quedan en la región, el sitio resulta de gran importancia para la protección de la biodiversidad, dado que alberga numerosas especies incluidas en la Lista Roja nacional y una gran variedad de invertebrados. También cumple una importante función como zona de descanso de varias especies de aves migratorias como el ánsar campestre (Anser fabalis), el ánade rabudo (Anas acuta), el vulnerable negrón especulado (Melanitta fusca). Esta zona alberga casi el 7 % de la población de ánsar piquicorto (Anser brachyrhynchus). El delta es un lugar importante de desove de varias especies de peces de Randfjorden, si bien se registran más especies de crustáceos en el delta que en cualquier otro lugar de Noruega. El sitio es valioso en cuanto a retención de sedimentos, fijación de nutrientes y control de inundaciones. El cese del pastoreo y la siega del heno ha dado lugar a una sucesión rápida de la vegetación, por lo que, aves como la lavandera boyera (Motacilla flava) y la zarapita real (Numenius arquata) han desaparecido o son menos comunes. No obstante, se han iniciado planes de restauracíon. El Centro Nacional de Humedales ubicado en el sitio lleva a cabo una serie de tareas como actividades de educación, visitas guiadas, gestión y seguimiento de las poblaciones de aves y plantas. Las actividades humanas más populares incluyen la pesca y la observación de aves.