Este complejo de lagos de agua dulce de poca profundidad, lagunas y canales, turberas, cañaverales y bosque pantanoso, rodeado de praderas inundadas y marismas, es la reserva natural neerlandesa más antigua. Es una zona importante para las aves acuáticas como la garza imperial (Ardea purpurea) y el fumarel común (Chlidonias niger). Alberga poblaciones vulnerables de peces, moluscos y libélulas. La zona colindante está muy poblada y se dedica a la agricultura. Las principales amenazas en lo que se refiere a sus características ecológicas están relacionadas con la desecación, la extracción de agua, la contaminación y la perturbación causada por el turismo y un ferrocarril. Los usos del suelo consisten en la gestión del agua y actividades recreativas. Hay un camino de 17 kilómetros alrededor del lago que conduce a observatorios de aves y al centro de interpretación. En 2014 se alinearon los límites del sitio con los del sitio Natura 2000, lo que supuso un aumento de 452 hectáreas de superficie.