Hopen es una isla ártica cubierta en su mayor parte de rocas y permafrost, con una playa muy estrecha a partir de la cual el paisaje se eleva abruptamente. En el norte de la isla hay acantilados escarpados con plataformas horizontales que son ideales para la cría de aves marinas como el frailecillo atlántico (Fratercula arctica), una especie vulnerable a escala mundial. El sitio también sustenta una población de 130.000 gaviotas tridáctilas (Rissa tridactyla), más del 1 % de su población mundial. Aquí se encuentran el fulmar boreal (Fulmarus glacialis), el arao aliblanco (Cepphus grylle), el mérgulo atlántico (Alle alle) y el gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus). Las aves son importantes para la transferencia de nutrientes desde el océano para sustentar a las especies de mamíferos, invertebrados y plantas presentes en la isla. Asimismo, la isla es importante para mamíferos marinos. El sitio es un lugar de guarida, alimentación y migración de osos polares (Ursus maritimus), y las aguas poco profundas que rodean Hopen son importantes como lugar de descanso de la morsa (Odobenus rosmarus). En la isla hay cinco cabañas de tramperos del siglo XIX que están protegidas como sitios del patrimonio cultural, además de una estación meteorológica. Las actividades recreativas practicadas por el personal de la estación incluyen el senderismo y el uso de las cabinas recreativas. El cambio climático y sus efectos pueden ser la mayor amenaza para el medio ambiente ártico.