Este sitio es una de las mayores bahías interiores naturales del Caribe; se amplió en 2023 de 90 a 259 hectáreas para incluir la cuenca central del humedal. La parte interior de la bahía está bordeada de bajos mareales y manglares bien desarrollados y el brazo de mar que conduce a ella tiene unos dos kilómetros de largo y entre 200 y 500 metros de ancho. El sitio es un hábitat de crecimiento importante para muchas especies, como peces de arrecife, crustáceos y aves. Las especies de peces Lachnolaimus maximus, Lutjanus cyanopterus y Megalops atlanticus, clasificadas como Vulnerables a escala mundial, lo utilizan como lugar de crecimiento. La serpiente de cascabel de Aruba (Crotalus durissus unicolor) es residente. El sitio proporciona pescado a las comunidades locales. Se utiliza para la observación de aves, el senderismo y el esnórquel, y sus manglares secuestran carbono y protegen el litoral de las tormentas. En 2017, se restauraron y crearon hábitats se manglar y lugares adicionales de alimentación y reproducción para aves y peces, y en 2023 se instalaron trampas para sedimentos. En los últimos años se han incrementado las actividades de recreo y turismo en el sitio. En su plan de gestión actual, se señalan algunas medidas correctivas, como mejorar la señalética, la comunicación y la sensibilización de las agencias de turismo.