Este parque nacional es uno de los últimos relictos de bosques pantanosos de turba climácicos que quedan en su región biogeográfica, dominada por bosques mixtos y bosques de Melaleuca en turba, que abarca unas 3.000 ha (aproximadamente el 37 %) del parque. El sitio está reconocido como uno de los tres sitios más prioritarios para la conservación de los humedales en el delta del Mekong. Alberga una flora y fauna singular, a saber, 32 especies de mamíferos, 187 especies de aves, 34 especies de reptiles y anfibios, 37 especies de peces y 203 especies de insectos. Muchas de estas están amenazadas a escala mundial, tales como el escribano aureolado (Emberiza aureola), la tortuga de cabeza amarilla del templo (Heosemys annandalii), el pangolín malayo (Manis javanica) y el gato pescador (Prionailurus viverrinus), que están en peligro. También es uno de los tres únicos lugares en el mundo en los que se ha documentado la presencia de una población de la nutria de Sumatra (Lutra sumatrana), que también está en peligro. El sitio alberga periódicamente más de 20.000 aves acuáticas. La mayoría de las especies de peces que se observan allí son autóctonas y la distribución de ocho de estas está restringida a la cuenca baja del río Mekong. El parque nacional contiene grandes extensiones de capas de turba y un complejo sistema de canales que pueden almacenar un gran volumen de agua. Funciona como una esponja que mantiene el nivel del acuífero y libera aguas superficiales a las zonas circundantes, manteniendo las actividades diarias y productivas de las comunidades locales que rodean el parque. Además, el sitio posee un importante valor espiritual, histórico, arqueológico, educativo y científico.