Este tramo de 19 kilómetros de la costa meridional a sotavento de Aruba está considerado como la zona más biodiversa del país. Contiene la mayor extensión de manglares de la isla, densas praderas de pastos marinos, playas, arrecifes de coral y la principal cadena de islotes de arrecife de la isla. Esta combinación de hábitats es única en Aruba y proporciona lugares de reproducción, crecimiento y alimentación esenciales para diversas especies animales como charranes, tres especies de tortugas marinas, doce de mamíferos marinos, muchos corales blandos y pétreos, peces y esponjas. Las playas son un hábitat de anidación de la tortuga verde (Chelonia mydas), la tortuga carey (Eretmochelys imbricata) y la tortuga boba (Caretta caretta). El sitio es la zona de reclutamiento de coral más importante de Aruba y la zona costera somera contiene lechos relativamente grandes de coral de fuego (Millepora complanata) y coral cuerno de alce (Acropora palmata). En zonas más profundas, se puede observar a la raya águila o chucho pintado (Aetobatus narinari) y al tiburón tigre (Galeocerdo cuvier), especies clasificadas como casi amenazadas. Allí se encuentran varias especies amenazadas a escala mundial, algunas de las cuales son endémicas o están en peligro crítico. Además de la biodiversidad que alberga, el sitio aporta beneficios importantes a la economía de Aruba, tales como la protección del litoral, la pesca y el turismo (buceo y esnórquel). En 2023 existía un plan para restaurar los manglares y construir arrecifes artificiales, y se estaba preparando un plan de gestión.