Este sitio es un humedal artificial que se construyó para almacenar el agua de escorrentía de los monzones procedente del río Tungabhadra, con el fin de regar las zonas aledañas que podrían estar en riesgo de sequías. El sitio es ampliamente conocido por su gran diversidad de aves y ha sido declarado reserva de conservación, sobre todo para la protección de las aves. Se ha registrado la presencia de unas 35 000 aves de 240 especies, de las cuales unas 30 especies de aves acuáticas se reproducen en el sitio. Varios miles de árboles de goma arábiga (Vachellia nilotica) que crecen en el lago constituyen un hábitat para la nidificación, el descanso y la reproducción de grandes colonias de aves acuáticas, entre ellas el cormorán indio (Phalacrocorax fuscicollis) y el tántalo indio (Mycteria leucocephala), una especie casi amenazada. Al menos el 20 % de la población regional del morito común (Plegadis falcinellus) se ha observado con regularidad en el sitio. Asimismo, hay nueve especies endémicas de peces, tres de las cuales están en peligro a escala mundial: la locha cebra (Botia striata), la Dawkinsia arulius y la Schismatorhynchos nukta. El crecimiento excesivo de la maleza invasora denominada lagunilla, gambarusa o raíz colorada (Alternanthera philoxeroides), el arbusto Prosopis juliflora y el bagre de dientes afilados (Clarias gariepinus) constituyen una amenaza para los peces y aves acuáticas autóctonos. Se estaba elaborando un plan de manejo y restauración del sitio a partir de 2023.