Este sitio es un complejo de oasis enclavado entre dos desiertos – el Erg du Ténéré al oeste, y el Erg de Bilma al sur y al este – a lo largo de la antigua ruta trans-sahariana que une Argelia y Libia con el lago Chad. Es una de las últimas zonas del Níger donde aún se pueden encontrar distintas variedades de la valorada y productiva palmera datilera (Phoenix dactylifera). Es también un refugio para mamíferos como la liebre de El Cabo (Lepus capensis), el chacal común (Canis aureus), gacela común (Gazella dorcas), clasificada como vulnerable, y el arruí o carnero de Berbería (Ammotragus lervia). Sobre esta diversidad biológica se cierne la amenaza del cambio climático y de la prospección petrolífera. El oasis es vital para la población local, que practica una agricultura de subsistencia en pequeñas parcelas situadas en torno a los oasis, donde se cultivan hortalizas y frutas que contribuyen a los ingresos de las familias. También se recogen dátiles, que son canjeados por cereales, y sal procedente de las pequeñas salinas de la zona. La deposición de arena y la salinización del suelo son las amenazas principales: se considera que los cortavientos son la solución al problema de la deposición de arena, y existen planes para restaurar plantaciones degradadas de palmeras y mejorar las técnicas agrícolas para así reducir el impacto sobre el medio ambiente. ONG y técnicos locales han estado trabajando sobre la concienciación ante estas amenazas.