Este lago de agua dulce permanente y somero que se encuentra en el noreste del país se reduce aproximadamente a la mitad de su tamaño en la temporada seca. Es un tipo de humedal representativo y único de la región mediterránea; solo lo superan en tamaño el Delta del Ebro, en España, y la Camarga, en Francia. El sitio alberga una extraordinaria diversidad de plantas (unas 200 especies), aves e insectos. Allí anidan la malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala), clasificada en la categoría de En Peligro, y la cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris), clasificada como Vulnerable; en enero de 1998 se contaron 164 ejemplares de malvasía cabeciblanca, lo que representa más del 2 % de la población mundial. En un estudio realizado en 1996 se documentaron 31 especies vegetales de 16 familias botánicas, con un 70 % de helófitas y un 30 % de hidrófitas. Unas 8 000 personas viven en sus alrededores y se practica el pastoreo de pequeños rebaños de ganado alrededor del lago. Los efectos del crecimiento de la población, la extracción incontrolada del agua para el regadío, el vertido de aguas residuales domésticas, la caza furtiva y el tráfico rodado intenso se consideran posibles amenazas. El lago es un centro natural que se utiliza mucho para actividades de educación ambiental.